Que haces Gordo?

Hace un año, te fuiste gordo… pero no fue facil ni sera facil, en este año…

Esto empecé a escribirlo allá en Diciembre de 2019 y no pude continuar, hoy estamos en enero de 2021, y sigue costándome escribirte, no por un tema de enojo… es pues aprendí a valorar todo lo bueno que me diste, me enseñaste y me acompañaste a ser, no oculto las cosas malas, ni justifico tus malas decisiones, pero ya no mellan en mi de la misma forma que lo hacían hace tantos años atrás…

Fuiste no solo padre a nivel biológico, me enseñaste a ser padre, y espero que eso te ponga orgulloso, pues el cariño que me dieron vos y la vieja, trato que lo sientan, tus nietas.

No sabia que podía llegar a donde estoy, y me enseñaste a que soñar y trabajar en ese sueño hace posible, que todo se aliñe, en favor de lograrlo. Todavía me rio cuando me decías vos naciste sentado… para indicarme que tenía suerte… pero no creo que fue eso… creo que me enseñaste con el ejemplo, qué hay que ser responsable, primero con uno y tus seres queridos, y después con lo que te propones.

Me acuerdo cuando jugábamos a buscar la palabra, y salíamos corriendo a la biblioteca a encontrar en la enciclopedia, esa palabra rara que no sabíamos, y muchas veces le ganábamos a la tele… hoy soy el que busca en wikipedia, esa palabra que no se.

Nunca te molesto que te llamara gordo, aunque peleaste con esa enfermedad toda tu vida, a veces mas, otras menos, pero sabias por donde venia. Y yo llamándote gordo, así tan liviano, pero sabias que lo hacía con tono amoroso mientras te daba esos abrazos de oso, que compartíamos por varios segundos, y que nos decía yo para vos y vos para mi.

Me gustaba molestarte con la cera de los oídos, sabiendo que eras muy pulcro… pero igual te dejaba pensando… y después mamá me decía que te preocupabas y ella te decía que era broma mía…

Me enseñaste a confiar, a esperar lo mejor del otro, a tratar de ser mejor cada día, y a no enojarme de mas… no se si he logrado aprender todo eso, pero si te escucho… cuando no pienso claramente. Pero sobre todo me enseñaste a honrar la palabra, y trato de honrarte día a día en eso.

Uno de los momentos más lindos que tengo es cuando me duplicaste la edad, yo 38 la edad que tenías vos cuando me tuviste y vos 76, con dos nietas que estaban fascinadas por el tata… que lindo cumpleaños que pasamos ese año… no por algo en especial… si no pues era simbólico para nosotros dos… y lo disfrutábamos como cómplices de una travesura.

Y como no recordar tus operaciones… como decías cuando eras chico y curabas a tus amigos y con esos mismos cuentos crecí, conociendo tus andanzas de explorador, de medio rebelde, metiéndote en líos cuando usabas pantalones cortos y cuando pude me enseñaste esos lugares de tu infancia… y aprendí a quererlos como si fueran míos, como el cuento de cuando con el segundo sueldo pudiste comprarte pantalones largos, pues ya te deba vergüenza tener cardos en las piernas…

Ya estamos en Junio de 2021 y me fui de Argentina, como cuando vos emigraste a Argentina, lo digo así, pues de eso creo me enseñaste, que el bien estar es de uno, y no importa el lugar, importa la familia. No sabes la cantidad de veces que me acuerdo de vos, y de tus cuentos cuando llegaste a Argentina.

Tarde mucho en publicar esta entrada, pues necesitaba madurar muchas ideas y muchas cosas que me pasan dia a dia.

Gracias papá

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